Friday, March 30, 2007

¨¨ Bokutachi wa Tenshi datte ¨¨


Pasa el tiempo y los recuerdos, se van alejando ya

ángeles fuimos, y desde el cielo, semillas dimos de amor


La tristeza de este mundo se borró y viendo el cielo azul,

la amistad y el amor siempre brillaron y hoy también lo harán

Mis alas no tengo, desaparecieron ya

pero conmigo tengo aún el poder


En tu pupila, el arcoiris se reflejó y el amor florece en tu corazón

Sigue, teniendo fe y esperanza en que el mañana va a cambiar


Este desierto se transformará, paraíso es lo que pronto será

Abre tu corazón, la magia y el amor son verdad

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Saturday, March 17, 2007

My life is brilliant ...my life is pure

Lo que me dio fuerzas fue aquello que hace años maldecía y me hacia la vida miserable.
Su destino, su tragedia, su agonía, sus palabras torpes llenas de tristeza, sus miradas de niña herida. Algo que antes creería insignificante me despertó y me hizo agradecerlo todo.
Y es que entonces no me arrepiento. Y es que no lloraba tan profundamente hace mucho, hasta ahora que escribo estas líneas. Tenía que pasar. Y Dios, o quienfuere que hila los sucesos de este drama, me reveló el por qué de todo este amor. Apareciste en mi vida para llevarme a lo más excelso, a lo más banal, a lo más difuso, a lo más bello y sublime. Nos dejamos caer. Y mi sueño terminó en silencio.
Nunca mis ojos se sintieron más abiertos. Así es: pude mirar mi alrededor y comprender que era el momento para devolver un favor que nunca se me hizo; para redimir todo mi odio, mi dolor, mi rabia, mi sufrimiento de años gestándose allí. Esos días de olvido, de tranquilidad y pureza de aire, que carecían de melodías antiguas, dibujaron una sonrisa en mi rostro. Y es que no sabía nada acerca de quién era, pero sí estaba segura de una cosa. Al fin pude entender por qué eras como eras.
Pude ver tu dolor y tu melancolía... en cada paso, cada respiro, cada risa, cada frase que tirabas al aire, cada mirada que me dirigías. Y por fin ví a través de mis ojos tus ojos. Teníamos la misma mirada. Entendí que no solo eras una mierda, un fracaso, una furia, una daga, un terror, un algo incomprensible lejos de ser amor. Eras, hace muchos años, una niña joven, quizás llena de sueños, de momentos especiales, de ganas de vivir y de estudiar, y sobre todo, de ser feliz. Quién no busca ser feliz, después de todo? Terribles y maravillosos años viviste con tu ser amado, que te hizo y deshizo en el ensueño. Y es que ahora no me atrevo todavía a compartir esto contigo, o a pregntarte como fue, pero ahora existe la comprensión.
Mamá. Entendí esas expresiones. Y, te lo aseguro, mejor que nadie. Supe que tenía que sucederte algo así y sucederme algo así para que yo encontrara paz. Supe lo sola que estuviste, lo doloroso que se sentía, todo lo que se derrumó en tu ser, toda la melancolía, todo sentimiento frío del pecho y las ganas de agarrarte con todas tus fuerzas para no caer en ese hoyo que que quita el alma en la mente. Y es así como entonces me di cuenta que me hubiera gustado haber sentido esto hace más de 9 años, para haber estado ahí para mi sangre, para verte caer y hacerte saber que no estabas sola; que me tenías a mí. Por qué nunca me dijiste que tu corazón tenía heridas tan grandes, y te hiciste la fuerte? Y un perdón de tu parte , juré -desde los 10 años-, no sería suficiente. Y, hoy, un perdón de mi parte no es suficiente. Con esto me doy cuenta, que aunque se sepa, con más que la certeza necesaria, que uno está en lo correcto, hay cosas que uno no sabe porque no conoce. Yo me equivoqué, tanto como tú.
Y me pediste que fuera al hospital contigo. Y la joven, apartada de todo, lo encontraba ridículo, algo ageno. Y te contestó torpemente. Cuando se acercaban los días donde necesitabas apoyo de tus hijas, porque tu par ya no es parte de tu vida, nadie supo cuanto te parecías a una pequeña niña asustada, insegura y sola. Pero yo estaba leyendo aquellos movimientos, aquellos respiros y aquellos gestos. Tuve miedo, y hasta yo misma me sentí sola sin la presencia de esas dos sombras masculinas. La fuerza tampoco se de donde salió. Dejé de pensar en que necesitaba a alguien y de mí me sostuve para poder sostenerte a tí. Para sentir lo que era el cariño hacia tí. Y las horas que pasé todo el día esperando sentada, las pasé asumiendo que ya no quería que te murieras; que ya no quería lo peor para tí, sino lo mejor. De sentirme indiferente pasé a sentir preocupación, arrepentimiento y temor. Tengo claro que a veces quiero sentir que pertenezco, y a veces quiero alejarme de todo. Me pregunto , entonces, de qué debería alejarme y a que debería acercarme ahora? El deber, el querer , el poder y el saber son todos muy distintos. El deseo de no arrepentirse más por ahora es suficiente. Ahora busco un nuevo camino, y aunque me tropiece harto, una de las cosas que quiero tener en mente es el que tengo ganas de hacerte un poquito más feliz.
Y lo digo otra vez, y no por última vez: la evolución no nos enseña algo nuevo, sino que nos abre los ojos para enseñarnos lo que siempre estuvo ahí, pero nunca vimos.
¿Me querías? Me quisiste? Yo ahora te quiero.